Los cambios en las operatoria el mayor acceso a nuevas localizaciones comerciales, que vienen de la mano de nuevos emprendimientos residenciales, como lo son los barrios cerrados en zona sur que acompañan el abanico de ofertas inmobiliarias con centros comerciales y de entretenimiento, presentan nuevos tipos de negociaciones de espacios que viene de la mano de propuestas de otros países.
La crisis inmobiliaria no es sólo un efecto de las políticas económicas cambiantes, sino de los tiempos, el advenimiento de la tecnología, los nuevos espacios de construcción y los cambios de hábitos.
Cuando hay empresas constructoras que diversifican el espacio según la oferta, aparecen oportunidades comerciales eclécticas, algunas de esos son el Pop UpRetail, tan de moda en otros países y también el FlagShips.
El Pop Up Retail es una modalidad de negocio que ya existe entre los quiosqueros que venden revistas, un pequeño negocio que funciona a medio tiempo, algunos abren por la mañana, otros por la tarde, de este modo fragmentan el comercio y hay más posibilidades para todos, esta organización llevada a sólo fines de semana o determinados días de la semana, como lo son los negocios que sólo abren cuando hay determinados eventos alrededor de ellos.
Aunque pensado para un pequeño negocios, esto permite ofrecer grandes marcas en determinados espacios antes impensados como lo son los conglomerados familiares en barrios privados; la versatilidad de este modelo de negocios hace que mute con las preferencias de su radio de acción, es un tipo de atracción entre espacios que usualmente no hay almacenes. Una pequeña oficina o espacio residencial, como los de casas de médicos con un pequeño consultorio para evacuar situaciones emergentes, esto pequeños negocios suelen ofrecer un toque de identidad, son curiosidades útiles y se acomodan bien a la vida tranquila de los barrios cerrados.
Los FlagShip son una propuesta también de pequeña tienda, pero que introduce un factor diferenciador, introducir una experiencia novedosa respecto a la tiene usual.
En Estados Unidos es común encontrarlos en zonas residenciales, cerca de la zona de relax, gimnasios o piletas, con sus ofertas de productos especiales, cremas, lociones; suelen ser de marcas importantes y con amplias posibilidades de obtener precios acomodados respecto a los locales ubicados en centros comerciales. Son llamadas tiendas bandera, utilizan pequeños espacios con marcas exclusivas en las que el objetivo es llevar el producto a donde el cliente lo usa, es por ello que se introducen en barrios privados o cerrados, o muy cerca de los clubes, sino dentro de ellos, como parte de un servicio del consorcio en un caso, del club en el otro.
Ambas propuestas se diferencia en que la segunda se caracteriza por determinado producto, marca, rubro, en el otro, la diversificación y los horarios y días especiales.
En ambos casos la tecnología es el auxilio, el poder facturar en espacios en los a que los clientes les es fácil llevar una tarjeta y las compras electrónicas implican la posibilidad de bajar los costos y ofrecer un precio diferenciador que es propio para el espacio que se diseña el modelo de negocios, una especie de fidelización de clientes al que se le lleva a su puerta, prácticamente un producto que le gusta consumir.
También la forma de pago se está revolucionando, para no esperar ni el tiempo de escaneo del cajero, ni colas para comprar, los celulares de los clientes, con la aplicación del negocio personalizada, puede escanear el precio, generar el recibo y hacer la compra con su tarjeta de crédito en el mismo paso; la ventaja de estos tipos de comercialización, nos indican desde las inmobiliarias, es que el tiempo que se ahorra en realizar las compras se traduce en el beneficios en el precio del producto.
Otras mejoras de la mano de la tecnología es que no sólo a productos pequeños se puede acceder con estos modelos de tiendas, sino también a aquellos que requieren saber cómo quedarás, hay aplicaciones que se combinan con el uso de un espejo que permite ver cómo te quedará un vestido puesto, o cómo te quedaría determinado peinado o color de pelo.
Lo que es cierto es que cuando se diseña un gran espacio residencial, a veces el matiz comercial se hace necesario como parte de la atracción en la vida diaria y comodidades que se tienen en la ciudad, el almacén cercano, pero con estilo y sin la invasión del espacio, en resonancia con la naturaleza.
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